Es un jaboncito de sal. En otras ocasiones ya había hecho jabones de sal y cada una de ellas con resultados diferentes, ya que probé concentraciones distintas de sal marina.
En los primeros jabones de sal que hice, puse una concentración del 50% del peso del jabón sin disolver y en grano grande. Como viene de las salinas. (Ya que utilicé el de las salinas de Lanzarote, que es una sal artesanal y totalmente natural.)
Sal marina de Janubio, Lanzarote. |
Quedé contenta con el resultado y lo hice así varias veces. Era un jabón que hacia espuma y me dejaba la piel suave.
En la siguiente ocasión se me ocurrió disolver parcialmente la sal antes de añadirla en la fase final. También añadí un 50% del total del peso del jabón, pero esta vez la mitad iba disuelta y la otra mitad la deje en grano. El resultado fue un jabón que no hacia espuma pero que era muy delicado y también me dejaba la piel suave.
En esta ocasión, he añadido el 20% del peso del jabón de sal en grano. y el resultado es este. La verdad que todos me han gustado mucho.
Quizá el de la disolución es el más peligroso, porque se puede cortar el jabón. Yo corrí con suerte y eso no ocurrió.
Les dejo unas fotitos de mi último jabón de sal...
Recién sacado de la caja. |
Se pueden ver los granitos de sal. |
Hace mucha espumita estable por las mantecas que le puse. |
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